Esos que luchan, no importa donde, son nuestros
hermanos.
Camilo Cienfuegos
Gentiliza Periódico El Resumen |
En septiembre 1998,
cinco cubanos fueron arrestados en Miami por agentes del FBI. Sus casos fueron
llevados a los tribunales solo después de pasar casi dos años aislados en
celdas de castigo. La misión de estos héroes cubanos en Estados Unidos era
monitorear las actividades de grupos y organizaciones responsables de
actividades terroristas contra Cuba. Gerardo Hernández, Ramón Labañino,
Fernando González, Antonio Guerrero y Rene González absurdamente fueron
acusados de casos de conspiración. El gobierno norteamericano jamás los acuso
de espionaje real ya que no les fue incautado ningún documento clasificado. Los
Cinco nunca tuvieron ni trataron de tener acceso a información secreta alguna,
pero hicieron algo imperdonable: lucharon contra el terrorismo anticubano y lo
hicieron en Miami.
La historia de la
detención de estos cinco luchadores cubanos defensores del socialismo, dio la
vuelta al mundo, numerosas cadenas de solidaridad, marchas, foros,
investigaciones y libros que narran la labor de los Cinco en Estados Unidos,
revelando la maquinaria diabólica de la justicia norteamericana y el verdadero
rostro de la mafia contrarevolucionaria en Miami, ubicada solamente a 90 millas
náuticas , de Cuba, que equivalen específicamente a 144.85 kilómetros
Las conversaciones
con diferentes personas en la isla, los afiches en los “Paladares”
restaurantes, farmacias, CDR (Comités de Defensa de la Revolución), centros de formación y puntos de abastecimiento a
través de la “libreta”, las gigantografías
en las carreteras y principales avenidas, en cuarteles policiales y empresas
públicas, dan otras muestras de la solidaridad y a la vez dan cuenta del
profundo respeto y cariño que tienen los trabajadores y trabajadoras por sus
compañeros ahora ex presos en las mazmorras del capitalismo y por otro lado
muestra a un estado activo y preocupado por la libertad de sus combatientes,
evidencia que queda a la vista en el impulso y permanente campaña a nivel
nacional e internacional que exigió la libertad. Hoy están de vuelta, como lo dijo El Comandante Fidel Castro hace
unos años atrás ¡Volveran!
Y volvieron… El
17 de diciembre después de estar
secuestrados por más de 16 años Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio
Guerrero, recuperaron su libertad se
reencontraron con sus otros compañeros antes liberados, con su pueblo, sus
familias y las autoridades Cubanas quienes defendieron hasta lograr su liberad
a estos nuevos héroes de la larga lista de los héroes cubanos que han dado la
vida por la revolución socialista, cubana y por perpetuarla.
Todas
estas razones hacen que la experiencia de haber compartido aunque sea un
instante con los que algunos autores como Fernando Morais los ha calificado
como en su libro “Los Últimos soldados de la Guerra Fría”, hacen de ese
instante, de ese momento un honor increíble, percibir la humildad de estos
hombres, intercambiar una palabra, un saludo, un abrazo y un apretón de manos con
estos revolucionarios, denominados por los cubanos como los “Cinco héroes de la
Patria”, increíblemente reconocidos, respetados, queridos y amados por su
pueblo.
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Libro Entregado a Antonio Guerrero, en la 24 Feria Internacional del Libro de la Habana, Cuba. Previo al lanzamiento de su libro |
Los Cinco héroes cubanos son un ejemplo para las
luchas en el mundo y de América Latina por el socialismo y el fin de la sociedad de
clases, el comunismo.
Junto a Ramón Labañino (tras el lanzamiento de su libro), Fernando Gonzalez y sus Respectivas Esposas En la Feria Internacional del Libro de la Habana. Cuba. |
Gerardo
Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Rene González su
dignidad, su fuerza, su convicción revolucionaria es el mejor ejemplo para
seguir la Senda de la Liberación de Nuestros Pueblos.
Liberad
para todos los presos políticos Chilenos, Mapuche e Internacionalistas.
Fresia González. Febrero 2015.
Hasta la Victoria siempre
A
continuación un extracto de una entrevista realizada en el programa de la
televisión cubana “mesa redonda”, durante el mes de enero 2015. Publicada en www.cubadebate.cu a
los últimos tres secuestrados por la justicia imperialista norteamericana,
liberados el 17 de diciembre 2014.
Ramón
recuerda las circunstancias en que fueron apresados en Miami, el 12 de
septiembre de 1998. “Todo ocurrió muy rápido. El FBI nos conminó a la
traición”, dice, pero él al principio intentó tantear qué sabían los oficiales
norteamericanos. Pero cuando vio a todos los muchachos presos, se dio cuenta de
que aquello era algo más serio, y en ese momento supo que había llegado la hora
crucial para que un ser humano se reafirme, o no, como revolucionario:
“Nosotros optamos por nuestra Patria.”
Añade
que se trataba de una elección que no solo suponía una traición de tipo
personal, sino que podría acarrear graves consecuencias a la Patria: “Podía
manipularse aquel proceso en contra de nuestro pueblo. Ninguno de nosotros
Cinco se doblegó”.
Los
llevaron al Centro de Detención de Miami, al piso 13 –en el 12 está el hueco-.
Los aislaron. Luego tuvieron la primera visita del abogado de oficio, y el 14
de septiembre de 1998 nos vimos los Cinco en la Corte. “Ahí me percaté quiénes
habían pactado con el FBI y quiénes no se doblegaron. Ahí supe que aquellos Cinco que no se doblegaron íbamos a
estar juntos, y a morirnos juntos”, añade Ramón.
Inicialmente
éramos 10. Fue difícil ese momento, reconoce Gerardo. “Inicialmente éramos 10.
Yo era el único que los conocía a todos. Y en efecto, cinco no resistieron las
presiones y decidieron cooperar con las autoridades en contra nuestra. El daño
no fue tan grande desde el punto operativo, porque gracias a la
compartimentación no sabían tanto. La Fiscalía solo pudo sentar a uno de ellos
en la corte para testificar contra nosotros”.
El
jefe del grupo añade que “Cinco decidieron claudicar, pero quiero resaltar la
actitud de mis hermanos. Contra René y Fernando no tenían mucho, y si hubieran
claudicado no habrían durado ni un año en prisión. Pero mantuvieron su actitud.
Cuando ellos, Tony y Ramón se mantuvieron firmes, surgieron los Cinco”.
Gerardo
“hace referencia a las sentencias de vida o cadenas perpetuas que pesaba sobre
ellos. “En nuestras mentes lo único seguro que había era que debíamos morir en
prisión, si se mantenía la decisión del gobierno. Obviamente, uno piensa que
puede también no ser así… Pero lo que uno sabe con certeza es que no estábamos
en ese lugar por casualidad”, añade.
No
era una misión improvisada, los Cinco sabían a lo que se exponían y por qué lo
hacían. Gerardo recuerda también que “los compañeros que nos entrenaron,
debieron saber por qué lo hacían”. Barajaban la variable de que podían caer
durante la misión y que no podían reconocer que trabajaban para Cuba. “Lo
asumimos conscientemente”, admite.
Un
día descubrieron la entrevista que Fidel le dio a la periodista de la CNN,
Lucía Newman. Ante una pregunta de la reportera sobre los Cinco, el Comandante
respondió: Si ellos trabajaban para Cuba, Cuba nunca los va a abandonar. “Eso
fue lo que nos dio el puntillazo final. Nos pasamos el periódico de una celda a
la otra. Y de ahí en adelante, el enemigo no tuvo el menor chance con
nosotros”.
Antonio
dice que “nosotros nunca estuvimos presos. Y la gente dirá: ahora se volvió
loco. Había una fuerza interior, basada en la certeza de que habíamos hecho lo
justo. Si tú tienes apego a las cosas materiales, si tus objetivos son otros,
si no estás convencido, no puedes sostenerte. Por eso no estuvimos presos… No
hicimos nada extraordinario, sino lo que debíamos… No nos sentimos nunca
derrotados”.
Ramón.
“Ser traidor no es una opción para un revolucionario. Y nos decíamos: el día en
que el tablero se pongan a uno por uno, Gerardo es el primero. Si él estaba
libre, todos estábamos libres. Cada minuto que pasé en la cárcel yo veía a
nuestros hermanos conmigo. Yo nunca me veía solo.”
“A
todos los que mostraron su solidaridad, a ellos va nuestro abrazo”,
dice
Gerardo.