Nos hemos acostumbrado a escuchar cómo los imperios se llenan la boca defendiendo la democracia y en pos de ella, miles en el mundo son asesinados y humillados. El capitalismo no ha sido nunca democrático, hemos aceptado durante demasiado tiempo que la burguesía se crea el cuento de ser los “democráticos”.
Los regímenes contrarios al capital son tildados de dictadores y por tanto deben ser aniquilados públicamente y toda la operación es perfecta si la cabeza del líder es expuesta al mundo en vivo y en directo.
¿Vivimos en democracia, en seudodemocracia o en una democracia hecha a la medida?
En nuestro país, la democracia es aquella que cuida y resguarda los intereses de los poderosos y hace eventos rimbombantes en los que a través de un voto miserable tranquilizan a las masas cada cuatro años.
La democracia en nuestro país, son las normas del juego que ha inventado el capital; limita cómo, dónde y cuándo opinar, discutir y quiénes están aptos para ello. Porque (por lógica) este no es un juego en que todos estemos invitados, debes estar dispuesto/a a acatar las reglas y abiertamente excluir cualquier otra forma de participación: La organización popular, los espacios de asamblea, el ejercicio directo de los derechos y la demanda radical por lo que han sido negados, no caben en este juego, de lo contrario, se llevan la pelota no más y vuelven con toda su fuerza a demostrar quién manda.
Democracia para una minoría insignificante, democracia para los ricos, para el explotador; ésa es la democracia de la sociedad capitalista. Aquella en la cual todas las leyes e instituciones están hechas a medida como el traje de la novia.
Estamos ad portas de un nuevo proceso de elecciones en nuestro país y ya comenzó el desfile de las vedettes por nuestros territorios haciendo gala de su verborrea, insultando nuestra inteligencia, prometiendo estupideces y recordándonos todas las imbecilidades en las que se gastaron nuestros impuestos. Por otro lado, vemos cómo los que hasta hace poco tiempo levantaban las banderas de lucha de nuestro pueblo, suman y restan calculando los sillones y traicionando a nuestra clase por pequeñas cuotas de poder burgués. Así, claramente los únicos que se ven fortalecidos son los ricos y burócratas y su “democracia”
Para Lenin la democracia debía ser el resultado de una alianza de masas que pusiera en movimiento a la mayoría de la sociedad, que implicaba la asunción de las metas y los fines que elabora cada sector social subalterno, en lucha por constituirse en soberano siempre que no sean contradictorios con los fines y los intereses de los demás, a eso llamaba Lenin hegemonía.
Se trata de construir un bloque aliado de intereses comunes, que empujase a las clases subalternas a la acción política permanente y al establecimiento de un nuevo régimen o poder político popular.
Es decir, que no podemos aceptar las reglas impuestas y contentarnos con un voto como “la acción democrática” que podemos realizar, cuando los pobres sabemos que existen formas más efectivas frente a las injusticias y los derechos negados durante tanto tiempo. Debemos fortalecer aquellas iniciativas que nos otorgan poder como clase y tomarnos los espacios que nos permitan hacer frente a la explotación construyendo así, democracia real y al servicio de la nuestro pueblo en donde la participación, los intereses comunes y la apuesta por el poder popular sea la conductora del proceso y no intereses individuales.
1 comentario:
excelente nota, los felicito, muy buen blog
Feña
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