lunes, 27 de febrero de 2012

A 2 AÑOS DEL 27/F. CIFRAS QUE SE DESVANECEN EN EL AIRE.


Quién no lo recuerda. Si hasta parece que fue ayer cuando la pasividad de la ponzoña veraniega quedaba atrás de cuajo cuando el angosto Chile se remeció completo la madrugada del 27 de febrero de 2010.
Muchos invocaban a Dios u a otras divinidades para tratar de explicar la tragedia. La resignación frente a un fenómeno de la naturaleza era lo común de las opiniones y la grandeza de la tragedia encegueció a algunos amarillos que señalaban que no se podía hacer análisis político de algo que era “natural”. Sin embargo los más lúcidos vieron que hasta los fenómenos naturales afectan en su relación con las clases sociales y que aquel choque de placas tectónicas pareció un verdadero enfrentamiento de clases puesto que el movimiento no afectó a todos por igual y 2 años después esto es mucho más patente. No son los colegios particulares de la pequeña elite chilena los que aún tienen secuelas del desastre, como tampoco lo son las casas de veraneo del puñado de familias dueñas del país. Son los hogares del pueblo, sus escuelas y liceos los que aún padecen las consecuencias y donde en el día a día se ve cómo las cifras del gobierno se desvanecen en el aire. 
 
3:34 am. Dichato
Mediagua en la calle principal de Dichato.
Nadie quedó inmóvil. El epicentro en el mar frente a Curanipé y Cobquecura inclusive llegó a modificar el eje de rotación de la tierra. Botó casas y destruyó caminos, principalmente en las regiones VII y VIII. Sin embargo, tras el terremoto y sus reiteradas réplicas se produjo un tsunami que fue negado y descartado en numerosas oportunidades por las autoridades. Este tsunami desnudó los eslabones más débiles del Estado chileno que a primera vista se presenta como omnipotente, pero que tras el sismo resultó ser de papel.
Los saqueos del pueblo contra pueblo demostraron al mismo tiempo la precariedad de la organización popular que vió como se criminalizaba la justa recuperación de productos a los grandes mercaderes y usureros y se dejaban las calles al gobierno del espontaneísmo que permitía que bandas del lumpen les robaran a sus mismos hermanos de clase. Esa debilidad hizo que hasta algunos llamados “de izquierda” aplaudieran la entrada de los milicos en las ciudades con el decreto de “Estado de sitio”, para el Maule y el Biobio.
La costa norte de Concepción fue una de las principales zonas afectadas por el maremoto y el balneario de Dichato prácticamente desapareció, puesto que el 80% de las casas fueron arrastradas por las olas. Debido a esto Dichato se transformó en uno de los íconos de la tragedia. Se prometieron medidas, anuncios y una reconstrucción en tiempos récords, sin embargo a 2 años de la tragedia el pueblo sigue esperando y ya se encuentra cansado. La prensa ha informado que solo se han entregado 91 viviendas reconstruidas por lo que la mayoría de la gente ya se apronta a pasar su tercer invierno en mediaguas mientras el gobierno lanza cifras falsas y se enfrasca en atacar a la anterior administración como si eso sirviera de algo a los intereses del pueblo.
Hoy la pequeña localidad de Dichato es un pueblo llenó de mediaguas que supuestamente serían temporales y que ya se aprestan para vivir su tercer invierno. Para intentar tapar las protestas cuando se cumplen 2 años, el gobierno no encontró nada mejor para aislar la conciencia de la mentalidad del pueblo que crear un espectáculo denominado “Viva Dichato” que pretende encubrir la no-reconstrucción, dando festividad a los miles de turistas que llegan al lugar y trabajo a los cientos de agentes de ambas policías que impiden cualquier tipo de manifestación que denuncie los hechos. Acabado el verano, las inclemencias de este nuevo invierno azotaran al pueblo de Dichato si es que sus movilizaciones no adquieren la masividad de la solidaridad de clase y la radicalidad de la lucha popular. 
 
Lucrar hasta con la tragedia.
No todos perdieron con el terremoto, las inmobiliarias responsables de las viviendas y edificaciones construidas se han lavado las manos olímpicamente gracias a su vinculación con RN y la DC. Es más, el proceso de reconstrucción les ha significado una nueva inyección de recursos puesto que el Estado ha entregado demasiado dinero para la reconstrucción mediante subsidios, no se puede negar, pero se los ha entregado a los privados produciendo un nuevo negociado y jugando con los intereses del pueblo. Por eso cada uno de los pesos de aquellos inocentes que colaboraron de todo corazón con la “teletón del terremoto” liderada por el magnate Kreuzberger fueron a parar a las manos de los empresarios inmobiliarios.
Más patético que eso fue el caso de Horst Paulmann (dueño de Jumbo, Easy, Santa Isabel, etc.) quien ingresó desde Argentina en marzo del 2010 , 4.228 toneladas de mercaderías caratuladas como “ayuda humanitaria” para los afectados por el terremoto, eludiendo con esto los pagos de impuestos. Al mismo tiempo este empresario aparecía en la prensa como un gran filántropo y empresario humanitario (contradicción inherente). Sin embargo esa ayuda nunca fue para ser donada por él, sino que se la vendió a la ONEMI. Los 183 camiones Jumbo que venían cargados con pañales, fideos, leche y sacos de dormir no pagaron ningún impuesto al pasar por la aduana ahorrándose para el humilde empresario la suma de más de 1 millón de dólares.
No se puede desconocer que donde la reconstrucción sí ha avanzado es en las rutas camineras. Este avance no es para que nuestro pueblo pueda movilizarse cómodamente por nuestro país, sino que para que las ganancias de los grandes empresarios puedan realizar sus negociados por todo el país. En este sentido sin duda que la reconstrucción también se encuentra bajo la división de la sociedad en clases. Frente a esto el imperialismo ha sido claro en elogiar la reconstrucción: “Creo que Chile está en una etapa avanzada de reconstrucción y que se está trabajando bien” (Christoph Pusch, Líder del Programa del FMI para la reducción de desastres y la recuperación del Banco Mundial).

Las evaluaciones políticas.
Mientras el gobierno de Piñera no ha desaprovechado la oportunidad para dañar la imagen de Bachelet por su inoperancia en el 27/F (cuando comunicó que el tsunami estaba descartado gracias a sus grandes asesores de la Armada) quien se encuentra silente en sus covachas norteamericanas, blindada puesto que es la única esperanza de la Concertación de volver al Gobierno, y mientras la Concertación señala que su único error fue no mandar a los milicos antes para evitar los saqueos a los “contrabandistas” grandes empresarios, el pueblo chileno da pequeñas muestras de despertar su conciencia y aburrirse de ser engañado.
Manifestación de hoy en Talca.
Los cientos de establecimientos educacionales que aún se encuentran afectados por los destrozos al igual que hospitales y demás edificios públicos han sido denunciados por el movimiento estudiantil que avanza en su plan de lucha. Por eso para hoy lunes existe un llamado por parte de la CONES a una jornada de protesta en Talca, lugar donde ayer domingo realizó la primera asamblea nacional del año.
Pareciera ser que el movimiento de esa madrugada y las penurias posteriores hubieran terminado por “curtir el cuero” del pueblo chileno. Como si nos hubiera sacado de la pasividad y nos hubiese arrojado una bofetada de realidad que hoy nos tiene despiertos, levantando barricadas estudiantiles en la Alameda, cortando las rutas de Aysén o luchando por nuestros derechos en cualquiera de nuestras trincheras naturales. Desde hace 2 años el pueblo viene en un ascenso en sus luchas y no es casualidad que eso se haya producido tras el terremoto, el golpe avisó la hora del inicio de este nuevo despertar que difícilmente sea acallado por los enemigos.
Los 525 fallecidos y 23 desparecidos de hace 2 años no caben en las urnas electoreras de la Alianza ni de la Concertación, pero son más que un motivo de lucha para el pueblo organizado.


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