martes, 6 de marzo de 2012

EDUCACION DE RICOS Y POBRES

Cuando se habla sobre este tema parece evidente, pero es deber de los y las revolucionarias llevarlo más allá de las formas. Es conocimiento de todos que los  hijos de la burguesía reciben mejor educación y que son preparados para el éxito mercantilista. La cuestión es develar por qué nuestros hijos reciben determinada educación y ellos otra.

En Chile existen instituciones educativas que son sin fines de lucro y no por eso educan a nuestra clase con justicia y dignidad. Estas mismas fundaciones reproducen el modelo creando colegios para las elites donde están sus apuestas de éxito y prestigio y con los mismos recursos sustentan colegios en los sectores populares que no hacen más que convertirse en guetos de pobres que al final de cuatro años salen a pelearse la pega con títulos técnicos que los perpetuaran en la miseria.

En todas las poblaciones de nuestro país hemos sido testigos de esto, ya sea de parte de la iglesia o instituciones “buena onda” que se instalan para intervenir con su discurso de justicia y equidad, incluso en concordancia con las demandas estudiantiles planteadas durante este año y que por lo tanto cala en nuestra gente y salen diciendo que ellos no lucran, que educan con dignidad, que han hecho una “opción” por la educación de los más desfavorecidos, en fin, en pocas palabras terminamos dándoles las gracias por ese educación miserable que recibimos como un acto de caridad.

Pero, ¿Qué ganan?

Claramente no es un hecho divino que estén ahí, por una lado aportan a la estabilidad social presentándose como una alternativa que parece mejor que la impuesta por el Estado: tienen mejor infraestructura, los niños y niñas se ven más ordenados y pareciera que todo funciona bien, claro si son expertos en el negocio. Entonces de rebote esos estudiantes se creen mejores que sus compañeros de clase porque van el  colegio más bonito del barrio y les están diciendo todos los días que ellos van a llegar lejos y si no cumplen con lo esperado, simplemente van a tener que “volver a esos otros colegios donde solo van los perdedores sin futuro”.

Por una parte podemos mencionar cómo la educación es una herramienta más para el control social, ya que estas instituciones se muestran como facilitadoras de la movilidad social y la justicia, sin embargo solo engañan a nuestro pueblo al mostrarse como si fuéramos lo mismo. Como si en verdad no importaran las diferencias en los recursos asignados, ni el contexto social ni familiar, es decir “no importa que nuestro cabro estudie entre balazos o exista violencia al interior de su vivienda por la falta de espacios, nada de eso importa porque sus profes son los mismos que hacen clases a los del barrio alto.

Entonces el problema no es tan solo el fin al lucro, la educación no nos da problema solo al pagar las letras usureras de las instituciones educativas, también es un problema cuando nuestros niños van con hambre al colegio o la universidad; o cuando los jóvenes se ven capturados por las drogas ante la falta de oportunidades y dejan los estudios; o cuando a pesar de las capacidades de los estudiantes los padres no son parte del proceso educativo porque entre los problemas económicos de la familia y la falta de tiempo, han hecho que la educación quede supeditada solo a la obligación social y moral de cumplir.

Al darnos cuenta que la lucha por la educación debe ir de la mano con las otras demandas populares, es cuando comenzaremos a pavimentar el camino para la vida que todos los hijos de nuestra clase merecemos. Es el conjunto de las demandas populares expresadas en su plenitud lo que permitirá tener la dignidad que cada mujer y hombre de la clase trabajadora esperamos para alcanzar la victoria, lo que nos hará vivir en el socialismo.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente, una educación que esté al servicio de nuestro pueblo sólo es posible en otro Estado, uno que tenga un carácter burgués.

Saludos.

Anónimo dijo...

me gusto mucho el articulo, los felicito que bueno que se empiese a develar a los falsos y oportunistas que invaden nuestras poblaciones con mentiras de igualdad y justicia, fuera las ongs, fuera la iglecia burgueza, fuera el capitalismo de nuestras calles