Chile ocupa el quinto lugar como área para la pesca a nivel mundial, esto se
debe a la alta productividad biológica de nuestras costas. A su vez, la
industria pesquera ocupa el tercer sector productivo en Chile, después de la Minería y el sector
Forestal.
Por eso es que
resulta tan importante para los intereses capitalistas que la llamada Ley
Longueira sea aprobada pues con esto se lograría consolidar la reorganización
del sector pesquero y la modificación del acceso y propiedad de los recursos
del mar (privatizándolos). La denominada ley
Longueira es la continuación de la llamada Ley Corta de Pesca iniciada en
el gobierno de Ricardo Lagos, en donde se reconoce el derecho histórico de
acceso a los recursos del mar a las compañías pesqueras con el fin de asegurar
legalmente sus inversiones. En dicho gobierno se entregan concesiones de cuotas
individuales transferibles de pesca, que es el permiso para la extracción de
cierta cantidad de recursos del mar. Estas vencen en el presente año, con el
fin de ser revisadas y evaluadas en relación a su duración, precio y relación
con la pesca artesanal.
Esta división de cuotas fue tan desigual, que
resultó que el 90% de ellas quedara en manos de cuatro conglomerados de la
industria pesquera, cuyos dueños son siete familias (Angelini, Sarkis, Stengel, Cifuentes, Jiménez, Izquierdo y Cruz) que se
enriquecen a costa de los recursos del mar que debiesen ser para todo nuestro
pueblo. El otro 10% se repartió entre
los ochenta y un mil pescadores artesanales de toda la costa de Chile,
quienes deben alimentar a sus familias.
La modificación a
la ley de pesca pretende otorgar el 100% de las cuotas destinadas a la
industria a las 7 familias mencionadas, sin posibilidad de nuevas licitaciones.
Por otro lado, busca profundizar la entrada del sector financiero en la pesca a
partir de la división entre quien es dueño de la cuota (facultado para arrendarla
o transferirla) y quien extrae de ella, sosteniéndose un comercio de cuotas
regidos por el mercado.
Además de todo
esto, la nueva ley apunta a la
desaparición de una forma de vida tradicional y única: la de los pescadores
artesanales, quienes están siendo condenados a extinguirse como sector
productivo independiente. Debido a la sobreexplotación que la pesca industrial
ejerce en el mar, quedan cada vez menos posibilidades de extracción de recursos
para la pesca artesanal; además, la división de cuotas evidentemente los
desfavorece. Ambas cosas provocan que los pescadores no puedan subsistir de
esta actividad (como producción independiente) y se están viendo obligados a trabajar asalariadamente por temporadas en el
sector industrial, es decir, a perder su relativa autonomía y transformarse
en proletarios de la industria pesquera, lo cual apunta al empobrecimiento de
estas familias al verse obligados a ser reserva de mano de obra barata para la
pesca industrial.
Como último punto
importante a destacar es que, la Ley Longueira y la invasión de la pesca artesanal tienen
consecuencias para tod@s l@s chilen@s, ya que actualmente la producción pesquera
es distribuida entre la producción de harina de pescado, que es utilizada como
alimento para la producción industrial de ganado y salmones; y en exportación
de pescado para que países como Estados Unidos, Japón o la Unión Europea
alimenten a su población. Pero para nosotr@s nada, el pescado es un lujo para
los privilegiados, y la única forma de acceder a él es a través de caletas que
son provistas por pescadores artesanales que, si esta lucha no la vencen,
estarán condenados a desaparecer.
Luego de intensas
movilizaciones y los 23 días de huelga
de hambre, dos de ellos de huelga seca, que realizó un pescador artesanal
de Aysén, (Don José Asencio, que bajo alrededor de diez kilos) aún no se ha resuelto nada, al contrario,
la respuesta por parte del gobierno ha sido sólo represión, sumado a que la Ley fue aprobada por la Cámara de Diputados, y se
está a la espera de que suceda lo mismo en el Senado.
Se hace necesario
que otros sectores solidaricen con la
lucha de los pescadores artesanales y se sumen a sus demandas, pues sólo a
partir de la unión de los distintos sectores de la clase trabajadora se podrá
generar un movimiento popular fuerte capaz de hacerle frente no sólo a las
políticas neo privatizadoras del gobierno, sino que a la clase explotadora a los
ricos, dueña de los recursos naturales, y que además manipulando las políticas
de nuestro país a favor de mantener su poder, crecimiento y acumulación
permanente de riquezas incalculables que no benefician en lo absoluto al pueblo
trabajador.
Fuerza y Salud a los pescadores en lucha.
Lea, copie y difunda!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario