jueves, 16 de agosto de 2012

LOS COMBATIENTES: I PARTE



La reconstrucción de la memoria popular es una tarea de vital importancia para la reconstrucción del movimiento popular. En este sentido existen numerosos intentos de ejercicio de memoria popular, pero la mayoría de ellos se refieren a la lucha de clases desarrollada en nuestro país desde marzo de 1990 hacia atrás.

Por eso desde las páginas de Pueblo en lucha iremos publicando algunas contribuciones para la memoria popular de la lucha de nuestro pueblo en los años más recientes. Hoy iniciamos esta reconstrucción con una orgánica nacida en los años ´90, el MIR-EGP, que hemos titulado Los Combatientes.

Desde mediados de los años ´80 el MIR venía viviendo un proceso de división en la cual diversos sectores se levantaban con carriles propios muy alejados de los principios que dieron origen a esta organización. El amarillismo y la delación caracterizaron a varios de estos sectores (más tarde integrados al PS, a la Surda y hoy a los “autónomos”), sin embargo hubieron otros sectores del mirismo que continuaron haciendo carne la consigna del pueblo, conciencia, fusil…

Fue así que el 4 de octubre de 1991 se dio origen el Movimiento de Izquierda Revolucionario-Ejército Guerrillero de los Pobres (MIR-EGP, que en sus primeros años agregó el nombre de Patria Libre), con la acción de la toma de la agencia de noticias France Press, que estaban ubicadas al frente del Palacio de La Moneda.

La formación de esta organización no fue azarosa. Variados fueron los sectores del mirismo que continuaron dando la lucha en los años ´80. Aracely Romo y Pablo Vergara eran de esa línea y cayeron llevándola a la práctica en 1988. Ya desde esos años un combatiente de nacionalidad argentina se había sumado a las filas del MIR chileno, Gustavo Abel Cabezas, quien cumplió una labor importantísima en el ingreso de militantes miristas de retorno al país desde Argentina, como el mismo Pablo Vergara, quien representó un gran referente para él.

Tras cumplir esa labor de apoyo logístico para el ingreso de los compañeros desde Argentina él mismo atravesó Los Andes para empuñar las armas que otros ya habían abandonado y que unos pocos mantenían en ristre. Esta prueba de internacionalismo revolucionario las volvería a repetir a lo largo de su combativa vida.

Había sido en su país cuando en los años setenta aún adolescente integró, como gran parte de las capas populares de su país, la Juventud Peronista (brazo izquierdista de esa línea política), la cual era el organismo público generado por Montoneros. Al igual como muchos combatientes chilenos su vida militante comenzó al alero de sectores populares de las comunidades católicas de la zona sur del gran Buenos Aires. Fue allí donde comenzó a conocer la situación que vivían los compañeros chilenos bajo la dictadura “gorila” de Pinochet. Visitó en un par de ocasiones nuestro país logrando generar vínculos de solidaridad en las poblaciones donde el MIR y la Iglesia del Cristo Pobre eran los que aglutinaban los focos de resistencia, esos mismos lazos fueron los que más tarde le brindarían cobijo en su andar rebelde e insumiso por nuestras tierras. Fue algo similar a lo que el combatiente argentino Hugo Ratier (“José”)[1] antes había hecho al sumarse a la lucha contra la dictadura pinochetista.

Fue un importante actor en los primeros años de vida orgánica del MIR-EGP, donde se le conoció como “Gabriel” y “Javier;” sin embargo esta organización que realizó numerosas acciones en ese tiempo debió por motivos de seguridad decidir que varios de sus mejores cuadros abandonaran el país al sufrir la fuerte reacción del Estado.

En agosto de 1995 “Javier” ya había salido del país de vuelta a Argentina donde debía preparar el ingreso de Alfredo Canales y Alejandro Muñoz, fundadores del MIR-EGP, que venían huyendo del país por su participación en una recuperación a la Azucarera INSA en la ciudad de Los Ángeles. Debido a la fuerte represión que se vivía en varios países latinoaméricanos fueron muchos los combatientes que decidieron poner su vida al servicio del proceso revolucionario que se veía más aventajado, por eso fueron varios los militantes del EGP que dirigieron sus rumbos hacia Colombia donde las FARC-EP y el ELN habían iniciado una ofensiva contra el Estado mientras en muchos lados se hablaba de crisis del socialismo y la revolución.

Gustavo Cabezas, tras recibir a los combatientes en Argentina encauzó sus pasos junto a ellos hacia Colombia (donde más tarde se les uniría Marcos Rodríguez Ortega), allí se incorporaron a las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), específicamente al Frente Guerrillero “José María Becerra”, que dependía del Frente de Guerra Sur Occidental, apoyando también al Frente Urbano Omaira Montoya. Allí adoptó el nombre de “Roberto”, en honor a Roberto Santucho, líder y fundador del PRT-ERP argentino. Durante este tiempo el MIR-EGP de Chile estrechó sus lazos con el ELN de Colombia sacando varias declaraciones en conjunto.

Desde fines de 1995 hasta mediados de 1997 aquel combatiente argentino volvía a poner su vida al servicio del internacionalismo revolucionario. Educado al calor de la teología de la liberación fue uno más de los elenos que avanzaban en esos años ´90s.

Pero la reacción no se haría esperar. El 17 de agosto de 1997, tras cerca de 2 años de combate en tierras cafeteras, cayó en combate “Roberto”. Ese día, él y sus compañeros sufrieron una emboscada de aniquilamiento por parte de una Compañía del Batallón Contraguerrilleras “Numancia” en la vereda de San Antonio. Allí en el suroriente colombiano, en los Altos de Jamundí, en las cercanías de Calí, capital del departamento del Valle, se extinguía el cuerpo de ese trasandino querido en las poblaciones de Santiago y en el monte colombiano, caía manteniendo en pie la solidaridad de clase de quienes luchamos por una sociedad sin clases. Por motivos de seguridad el MIR-EGP recién pudo reivindicar su caída en enero de 1998, sin embargo el ejemplo de su internacionalismo revolucionario, de dejar atrás la individualidad burguesa ha sido y es hoy un ejemplo en la lucha por una sociedad sin clases.

VIVA EL INTERNACIONALISMO REVOLUCIONARIO.

PROLETARIOS DEL MUNDO UNÍOS.




[1] Asesinado junto a Alejandro Salgado el 7 de septiembre de 1983 en la calle Janequeo de Quinta Normal. Era uno de los principales líderes de la Fuerza Central del MIR tras el “Coño Aguilar”, Arturo Villabela.

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